Aborto, educación sexual, y un plan para embarazadas y niñez

El presidente Alberto Fernández anticipó este domingo que enviará dos proyectos de ley al Congreso, uno para legalizar el aborto -y se convirtió así en el primer mandatario en tomar esa decisión- y otro para instaurar el Plan de los 1000 Días para el cuidado de embarazadas, niñas y niños, y anunció el lanzamiento de «un contundente programa» de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado.

El presidente Alberto Fernández anticipó este domingo que enviará dos proyectos de ley al Congreso, uno para legalizar el aborto -y se convirtió así en el primer mandatario en tomar esa decisión- y otro para instaurar el Plan de los 1000 Días para el cuidado de embarazadas, niñas y niños, y anunció el lanzamiento de «un contundente programa» de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado.

Así lo hizo en el marco del discurso que pronunció ante la Asamblea Legislativa para dejar inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional, que fue recibido con «esperanza» por considerarlos una propuesta «integral», por parte de funcionarios, funcionarias, legisladores, legisladoras e integrantes de organizaciones de la sociedad civil que históricamente promueven esta iniciativa como parte de las reivindicaciones del movimiento feminista.

El aborto «sucede, es un hecho», la legislación vigente «no es efectiva» y «es ineficaz» en la prevención, además del «riesgo para la salud y la vida» de las mujeres, y el respeto a las decisiones individuales sobre los cuerpos, fueron algunos de los conceptos más relevantes del mandatario en el tramo de su discurso en el que anunció que, en diez días, enviará desde el Poder Ejecutivo un proyecto de ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo.

«El aborto sucede. Es un hecho. Y es solo esa hipocresía que a veces nos atrapa, la que nos hace caer en un debate como este», dijo Fernández.

Añadió que «un Estado presente debe proteger a los ciudadanos en general y, obviamente, a las mujeres en particular», y postuló que, «en el siglo XXI, toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos».

«Por eso, dentro de los próximos diez días, presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar», anticipó el Presidente.

Al respecto, Marta Alanis, de Católicas por el Derechos a Decidir e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, dijo a Télam que, «si bien no todas estaremos de acuerdo con lo expresado por el Presidente en relación al proyecto del Ejecutivo Nacional sobre aborto, no deja de ser un momento histórico y esperanzador para las que venimos de largos años de lucha por acceder al derecho».

En tanto, Celeste Mac Dougall, integrante también de la Campaña, señaló a esta agencia que «la presentación del proyecto estuvo acorde con algunos de los puntos centrales que nosotras planteamos en relación a las decisiones libres y autónomas de las mujeres y personas con capacidad de gestar, más allá de ser una cuestión de salud pública y una deuda de la democracia».

«Todavía no conocemos la letra del proyecto. Nosotras pretendemos que se debata y sancione el nuestro, porque consideramos que es el que garantiza los derechos humanos de todes, la gratuidad, la ESI (educación sexual integral); que contempla a las adolescentes, a cualquier persona independientemente de su nacionalidad, a las personas con discapacidad, y la interrupción hasta las 14 semanas en cualquier caso y a partir de ahí con causales, y que no contempla la objeción de conciencia», aseveró.

Por su parte Fernando Iudica, director médico del Hospital Universitario Austral, manifestó a Télam que la legalización del aborto «no es una solución. Es una mala política pública ante la prevención de embarazos no buscados, ante una madre vulnerable y ante una vida por nacer que merecen respeto y cuidado».

Y desde la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) no hicieron comentarios respecto a la decisión del Presidente y sólo dejaron trascender que se encuentran «enfocados» en la preparación de la misa convocada para el próximo domingo 8 en la basílica de Luján, donde la iglesia se pronunciará sobre la «defensa de la vida».

Fernández anunció también que «simultáneamente, desde el Poder Ejecutivo Nacional, lanzaremos un contundente programa de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado» con el propósito de «llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social en la etapa que más necesitan la presencia del Estado: durante el embarazo, nacimiento, puerperio y primeros años de crianza».

Junto a la ley que buscará legalizar el aborto, el Presidente anticipó que enviará al Congreso un proyecto de ley que instaure el Plan de los 1000 días «para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida».

Sobre esta propuesta, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, explicó a Télam que se trata de un «plan integral con tres componentes centrales -nutrición, salud y fortalecimiento de la capacidades de las familias-, que se llevará adelante mediante un trabajo interministerial que se realizará en modo coordinado».

Luego indicó que «es en esos primeros días en que los niños y niñas atraviesan un momento fundamental para sus vidas. Allí, de alguna manera, se define buena parte de las fortalezas y debilidades que los y las acompañarán en su crecimiento y desarrollo».